miércoles, 24 de marzo de 2010

¿Morir con dignidad?

Con mucha sorpresa leí el domingo pasado la sección de Temas de La Voz del Interior, en donde presentaban una fundación Suiza que ayuda a pacientes terminales a "morir con dignidad". Suiza es el único país del mundo que dentro de su legislación permite el "suicidio asistido"; eso sí, no se pueden realizar con "fines egoístas", lo que sería que un heredero ayude a su ascendiente, para luego obtener sus pertenencias. 
Permanentemente ingresan personas provenientes de todo el mundo al único hotel/hospital en donde la gente jamás regresa a su lugar origen. "Dignitas" es una Asociación Civil sin fines de lucro que busca "acabar lo antes posible con el sufrimiento" según cuenta una enfermera del lugar.  Sin embargo el negocio es redondo:  los pacientes ingresan al Hospital, abonan tras un breve chequeo médico y una charla con el Director, ya están en condiciones de acostarse en una cama e  ingerir,  por sus propios medios, una cucharada de pentobarbital de sodio disuelto en un poco de agua. Se firma el acta de defunción, y a los pocos minutos desocupan la habitación e ingresa el que sigue.
Reconozco que me quedé bastante tiempo reflexionando sobre la eutanasia, el sufrimiento de las personas, la sobervia humana de querer mantenerlo todo bajo control. ¿Será propio de nuestra "sociedad del bienestar" el no poder tolerar el dolor? ¿Le perdimos el sentido al dolor, o de verdad no tiene sentido? ¿Será el grito de la soledad silenciosa de los enfermos y viejos, que no pertenecen al sistema? ¿Será el hombre que lo posee todo, incluidas la vida y la muerte? ¿Formará parte de nuestra libertad, también elegir el día y modo de muerte? ¿ O quizás la Sole Pastorutti tenga razón y a la vida nos la hayan prestado y en algún momento hay que devolverla?

3 comentarios:

  1. muy buenos los comentarios finales.. es un tema para discutir, no?? Personalmente, me inclino a pensar que la sociedad del bienestar es un factor, pero también el aislamiento progresivo en un mundo cada vez más "conectado" (vos en tu profesión sabrás más al respecto ;) ).. Me gusta también el enfoque del hombre omnipotente, dueño de su vida, como también del fin de la misma..
    gracias por la dosis de reflexión mundana del día !! :)

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  2. Cabria agregar tambien otros terminos, que suelen ser utilizados en estos debates. El llamado "Encarnizamiento Terapeutico", referido a la prueba de toda clase de metodos, muchos de ellos invasivos y dolorosos para el paciente terminal, con la expectativa de prolongar la vida del paciente. ¿Juega el ser humano al tratar de prolongar esa vida que se apaga con el dolor del paciente? ¿Puede este finalmente en su libertad decidir dejar que la naturaleza o la herida siga su curso y elegir morir? ¿Preferira irse en familia y no plagado de cables?? Este debate recrudece en los pacientes en estado vegetativo irreversible.

    El derecho penal argentino condena a quien asiste en un suicidio, mas no al que intento suicidarse, considera que no puede poner castigo a quien ya atento contra su propia vida.

    Quienes consideramos a la vida como uno de los valores supremos nos cuesta asimilar estas consideraciones. En que punto la libertad de la persona entra en juego?? Hablando siempre de alguien en condiciones de decidir sobre su enfermedad...y la responsabilidad medica? y el juramento hipocràtico??

    muchas aristas...

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  3. «Yo doy la muerte y doy la vida» (Dt 32, 39)
    El año pasado íbamos junto a adolescentes a un hospital geriátrico; era una bella y fuerte misión que Dios había puesto en nuestro camino.
    Allí cantábamos, reíamos, escuchábamos pero por sobre todo...estábamos y ya ello constituía una gran alegría para los abue, que tal vez a la hora se olvidaban que habíamos ido, pero tengo por certero que la alegría seguía latiendo...
    Una de estas tardes me detuve en una abuelita que desde hace mucho tiempos años estaba internada, postrada en la cama, con su cuerpecito todo doblado y siempre gritando, como clamando ser escuchada, pero nada podía entendérsele. Jamás tenía visitas y a los chicos les era muy difícil acercárse.
    Mientras la observaba,en un momento le pregunté a Dios por qué ella aún seguía viva a pesar de tanto dolor y soledad? de qué sirve si ni siquiera puede expresarse?
    Ya pronto Dios derrumbó mis cuestionamientos egoístas y mundanos y desde mi pequeñez y estrechéz de corazón pude comprender:
    Ella no sufre de soledad, Jesús está a su lado;
    Ella no se puede mover, sin embargo mueve a todo aquél que la vea;
    Ella no tiene fuerzas, sin embargo levanta al que esté deprimido;
    Ella no puede formar palabras, con su lucha diaria nos enseña;
    Ella es "ella", soñada por Dios única e irrepetible, semejante a Él;
    Ella recibió una misión en esta vida, tal vez el que nosotros empecemos a valorizar cada minuto de nuestras vidas, a agradecer cada minuto, a amar en cada minuto, a darnos en cada minuto...
    Ella vive porque Dios vive a través de ella

    A todo este tema de la Eutanasia iría a la raíz...y el principio de este deseo es que no conocen a Dios, y sin Él todo padecimiento es vano, y conduce a la desesperación, a la muerte.

    Aqui viene nuestra misión la de anunciar las 24 horas Su Amor a todo personita que se cruce aunque sea por unos segundos en nuestro camino, ya eso las hace parte de nuestras vidas y tal vez en ése segundo le estemos dando una razón para seguir viviendo con esperanza...

    Dios hace nuevas todas las cosas...hasta puede transformar cualquier tipo de sufrimiento en fuente de alegría...si hermanos, ésto no se entiende si no es a la Luz de la Locura de la Cruz...

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