sábado, 24 de abril de 2010

Aquellos secretillos de profesion...

Hojeando la revista "Selecciones" de este mes, me encontré con un artículo muy interesante sobre aquellos secretos que un mozo nunca revelaría. Se ve que ese "nunca" es relativo, porque publicaron 50 y por demás reveladores de la diciplina.
Por ejemplo:
  • Ernesto, un mozo porteño contaba que si el encargado te pide que ofrezcas un plato en particular, es muy probable que ya no aguante mucho tiempo más en la heladera.
  • Si sobraron 15 lomos a la pimienta que debieron haberse vendido la noche anterior, la empresa organiza torneos entre los mozos para ver cuál vende más lomos con la recompensa de, por ejemplo medio franco. El cliente no se entera de nada y escucha al mozo que de lo más amable comenta: " El lomo a la pimienta está exquisito. Se lo recomiendo".
  • Una empleada de panaderia, Natalia, comentaba que cuando se pide café con medialunas hay que tener en cuenta que las rellenas de dulce o crema son siempre las más viejas, sólo que el relleno les cubre el sabor.
  • No comas pan despues de las 12 de la noche... la panera está compuesta por los panes con las huellas dactilares de todos los comensales.
  • Una aceituna que vuelve sin morder... obviamente que regresa al frasco.
  • Alguien puede irse sin dejar propina, pero jamás vuelva al día siguiente. La memoria del mozo es infalible. 
  • En el caso de la factura o de un plato de la carta: si el mozo te dice "mire que va a tardar" es porque no quiere que lo pidas. 

Y para cerrar el tema de los mozos me encató el negocio, presente en toooodos los ambitos:  nunca te van a decir "me olvidé de pedir su plato" sino que va a responder "la cocina está demorada" y en ese momento va a ir a pedirle al chef un plato en tiempo record, aunque seguramente va a tener que entregarle la mitad de la propina.  
                                    

Me hizo acordar a cuando daba clases de tenis. Con mis compañeros teniamos nuestros códigos y por ejemplo sorteábamos a quién le tocaba ir con los "menos habilidosos" (por no decir directamente los "chotasos"). Cuando venia un alumno nuevo, con sólo verlo caminar de lejos, nosotros ya sabíamos si alguna vez iba a llegar a pegarle o no, y de acuerdo a eso a quién le tocaba recibirlo. Otro detalle: yo era la única mujer profe, entonces cuando venia alguna alumna nueva linda y con buen lomo, empezaban las peleas para ver quién se convertía en su profe y de ser necesario, yo sugería con cuál de ellos "iba mejor". Por el contrario, cuando venia un flaco fachero directamente me lo dejaban, y si no, volviamos al recurso de verlo caminar a ver cuál era su "futuro" como jugador.

Seguramente todos los trabajos tendrán algo de esto... si alguno tiene algo para agregar éste es el momento. ¡Adelante! Ud tiene la palabra

2 comentarios:

  1. hago relaciones institucionales, y a veces me toca negociar cuestiones gremiales o políticas con personas acostumbradas a lograr lo que quieren. Me ha ido bien con albunos recursos como estos: estar bien informado, al detalle, de la historia del conflicto y de las expectativas no monetarias que hay detrás del problema; tener siempre alternativas viables para mis jefes y mis interlocutores;jamás comprometerme con algo que no esté a mi alcance obetner y, la más importante, cultivar cuidadosamente mi fama de muy cabrón...!

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  2. MUY BUENO RODY!!
    Me da un poco de impresión lo que ontás de los mozos, jeje!! Pero ya había escuchado historias similares... Una maiga y compa de la facu estuvo trabajando varios meses en un restaurant y fue toooodooo un tema!!!

    Pilas con el blog, va lindo!! =)

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